El ex piloto de Fórmula 1 Jacques Villeneuve compartió recientemente una triste noticia en las redes sociales. Un grupo de ladrones ‘desalmados’ ha robado una estatua de bronce de su padre, Gilles Villeneuve. El homenaje estaba ubicado en la entrada de su museo en Canadá. Se ha anunciado que el museo ofrece doce mil dólares canadienses a quien devuelva la estatua.
«No puedo dormir», dice un enfadado Jacques Villeneuve en un vídeo en Instagram. «¿Cómo pueden ser tan desalmadas las personas? Gilles representó a Canadá y Quebec en el escenario internacional. No hay muchos como él. Es vergonzoso robar un monumento así. No entiendo qué pasa por las cabezas o los corazones de estos ladrones, si es que tienen alguno».
Recompensa
En las imágenes en las redes sociales se puede ver que solo quedan dos pies de bronce en el pedestal; el resto de la estatua ha desaparecido. El museo ha anunciado que, en colaboración con, entre otros, un concesionario de automóviles nacional y B&G Race Fuels, ofrece doce mil dólares canadienses a quien devuelva la estatua a sus legítimos propietarios. «No haremos preguntas; lo más importante es que devolvamos a Gilles a su museo», escribió la organización en Facebook.
Entre 1977 y 1982, Gilles Villeneuve corrió en sesenta y siete Grandes Premios, de los cuales ganó seis. En 1979 quedó segundo en el campeonato mundial. Comenzó su carrera en McLaren, pero luego se trasladó a Ferrari. En 1982 murió en un accidente durante la clasificación para el GP de Bélgica. Un choque con el alemán Jochen Mass le resultó fatal. Sin embargo, esto no impidió que su hijo Jacques Villeneuve siguiera sus pasos. Y con éxito: en 1997, Jacques se convirtió en el primer campeón mundial canadiense de Fórmula 1.