El ex jefe de equipo de la Fórmula 1, Eddie Jordan, ha lanzado una diatriba contra las actuales regulaciones dentro del deporte. El empresario irlandés, que ha estado estrechamente vinculado a la categoría reina durante muchos años, lamenta la pérdida de aspectos que una vez hicieron de la Fórmula 1 un espectáculo tan espectacular. Critica duramente los motores más pequeños y los coches más pesados, que según él, están obstaculizando el deporte.
En un episodio reciente del podcast Fórmula para el Éxito, Eddie Jordan dirigió sus críticas a las regulaciones de la Fórmula 1. En conversación con el copresentador David Coulthard, enfatizó su anhelo por los monstruos de carreras de antaño. «Dios mío, si estabas en una carrera, tomemos Silverstone como ejemplo», comenzó Jordan. «Incluso si no estabas en la parrilla, sino simplemente sentado en una tribuna a lo largo del circuito, el suelo simplemente temblaba cuando comenzaba la carrera. Esos motores V10 eran otra cosa».
“Todo parecía moverse, tal era la fuerza transmitida por el sonido”, añadió. “Simplemente atravesaba todo tu cuerpo. Era realmente sexo sobre ruedas”, bromeó Jordan. “Eso era el automovilismo para mí, y por eso lo disfrutaba tanto”. Hoy en día, en la Fórmula 1 se corre con motores turbohíbridos de seis cilindros. El sonido que produce esa fuente de energía, por supuesto, no se puede comparar con el estruendo de antaño.
Los coches de Fórmula 1 son tractores hoy en día
“Somos demasiado cobardes”, dijo Jordan sobre las actuales regulaciones técnicas. “¿Volveremos alguna vez a esos V10? Probablemente no”. No solo la falta de sonido es un punto doloroso para Jordan; también el peso de la generación actual de bólidos de Fórmula 1 obstaculiza el deporte, según él. “Seamos honestos, es increíble lo que pilotos como Lewis Hamilton, Verstappen y Norris hacen con estos coches”, continuó. “Pero también son tractores. Pesan casi mil kilos, demasiado pesados, si me preguntas”.
“Las regulaciones son realmente escandalosas”, concluyó Jordan. “La organización debería avergonzarse ante las personas para quienes la Fórmula 1 corre por sus venas. Este deporte ha dado definitivamente un paso atrás, y quizás nunca nos recuperemos de eso. Por eso odio a la organización”.
