En los últimos meses, la FIA ha enfrentado una notable salida de altos funcionarios. ¿Qué está sucediendo dentro de la federación mundial de automovilismo? ¿Existe actualmente una crisis en la FIA? ¿Y qué papel juega el presidente Mohammed Ben Sulayem en esto? Un resumen de los eventos recientes pinta un cuadro preocupante.
Salida tras salida
Todo comenzó en diciembre del año pasado, cuando Deborah Mayer, jefa de la comisión de la FIA para mujeres en el automovilismo, renunció a su puesto. Poco después, el director deportivo Steve Nielsen y el director técnico de monoplazas Tim Goss también abandonaron la organización. En mayo, la CEO Natalie Robyn renunció después de haber estado en el cargo solo 18 meses. Y recientemente, tanto el director de carreras Niels Wittich como el oficial de cumplimiento Paolo Basarri dejaron la FIA, con sus salidas ocurriendo a pocos días de diferencia. La renuncia de Wittich, a solo tres carreras del final de la temporada, causó mucha sorpresa en la Fórmula 1.
Razones conocidas y desconocidas
Las razones de estas salidas son claras en algunos casos, menos en otros. Nielsen y Goss eligieron voluntariamente irse. Se dice que Robyn dejó su papel ‘de mutuo acuerdo’, aunque los insiders saben que fue despedida a instancias de Ben Sulayem.
Wittich declaró a la BBC: “Puedo confirmar que he sido despedido. No fue mi decisión dejar la Fórmula 1”. La FIA no ha comunicado nada sobre la salida de Basarri, pero fuentes confirman que también ha sido efectivamente despedido.
Las controversias se acumulan
Estos cambios de personal se suman a una serie de controversias que han surgido desde que Ben Sulayem se convirtió en presidente en 2021. Entre ellas, el conflicto sobre el uso de joyas y la ropa interior adecuada por parte de los pilotos, una inminente batalla legal con la Fórmula 1 sobre las declaraciones de Ben Sulayem acerca del valor de mercado del deporte, y un juicio en curso iniciado por Susie Wolff a raíz de un extraño caso de conflicto de intereses.
Además, la reciente carta abierta de los pilotos, en la que expresaron su frustración por la controversia en torno al uso de palabrotas, dejó poco a la imaginación en cuanto a su opinión sobre el liderazgo de Ben Sulayem. Aunque hay muchas preocupaciones en la Fórmula 1 sobre su estilo de liderazgo, pocos se atreven a expresarlo abiertamente. Ben Sulayem fue elegido por los miembros de la FIA y, por lo tanto, parece intocable para cualquier acción directa desde la Fórmula 1. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿cuánto tiempo puede la FIA seguir funcionando bajo su liderazgo, mientras parece haber una crisis en curso?