Se informa que General Motors debe pagar una enorme ‘tarifa anti-dilución’ antes de que pueda unirse a la Fórmula 1. El lunes se anunció que la FOM quiere dar la bienvenida a los estadounidenses a la parrilla a partir de 2026, siempre que también comiencen a construir sus propios motores a partir de 2028. Para asegurarse de que un undécimo equipo no afecte la distribución del premio en metálico, General Motors tendrá que rascarse el bolsillo.
Según BBC Sport, General Motors pagará a la Fórmula 1 una ‘tarifa anti-dilución’ de 450 millones de dólares, que equivale a más de 425 millones de euros, para poder participar en la categoría reina. Junto con su socio TWG Global, el gigante automovilístico estadounidense tendrá que desembolsar esta cantidad para asegurar su participación. Es más del doble de la tarifa anti-dilución de 200 millones de dólares que se describe en las regulaciones actuales.
Dilución del premio en metálico
Se dice que los equipos existentes han instado a la FOM a un aumento significativo de la cantidad en la preparación para el Acuerdo de la Concordia de 2026, el año en que General Motors se unirá a la Fórmula 1. Este acuerdo describe, entre otras cosas, cómo se distribuyen los ingresos de los derechos de transmisión y el premio en metálico. La tarifa anti-dilución sirve como compensación para los equipos existentes. Con la llegada de un nuevo participante, el premio en metálico puede ‘diluirse’.
Aproximadamente el 63 por ciento de los ingresos de la Fórmula 1 se distribuye a los equipos. Con el debut de General Motors, ese dinero tendrá que ser distribuido entre once equipos en lugar de diez. Cuando el equipo estadounidense haga su debut en el deporte en 2026, habrán pasado exactamente diez años desde que hubo más de diez equipos activos en la Fórmula 1. En 2016, Haas se convirtió en el undécimo participante. Solo un año después, el equipo británico Manor Racing MRT se retiró. Desde entonces, la norma es competir con diez equipos y veinte pilotos.
