La temporada de Williams estuvo marcada por accidentes y desafíos financieros. Tras una serie de incidentes costosos, el equipo solicitó a la FIA un alivio bajo el estricto límite de costos. Sin embargo, su esperanza de alguna concesión fue rechazada de manera rotunda, complicando aún más la ya difícil situación.
Los costos se acumulan
La temporada de Williams estuvo marcada por al menos 16 grandes accidentes, con un punto más bajo durante el Gran Premio de São Paulo. En un solo día, tanto Alexander Albon como su compañero de equipo Franco Colapinto dañaron sus autos. Como resultado, se estimó un costo de casi cuatro millones de dólares. El caos en Brasil siguió a un accidente de Albon durante la clasificación, lo que le impidió comenzar. Su compañero de equipo Colapinto incluso tuvo dos accidentes.
También en Las Vegas, el equipo no pudo evitar los daños. El equipo trabajó incansablemente para preparar dos autos después de accidentes anteriores, pero Colapinto volvió a dañar su auto durante la clasificación. Esto llevó a que Williams tuviera que terminar la temporada en Abu Dhabi con solo un alerón delantero de repuesto. Afortunadamente, el Gran Premio de Abu Dhabi transcurrió sin incidentes.
La FIA rechaza la solicitud
En un intento por mantenerse dentro del límite de costos, Williams solicitó a la FIA que se descontara parte del daño. La FIA rechazó la solicitud de concesión, argumentando que la mayoría de los incidentes se debieron a errores de los pilotos: Albon, Colapinto y el ex piloto de Williams, Logan Sargeant. Esto pone a Williams en una situación difícil, ya que el exceso de presupuesto la próxima temporada puede tener consecuencias, incluyendo posibles multas o restricciones.