Lance Stroll tuvo un desastroso comienzo en el Gran Premio de Las Vegas debido a una radio rota en su Aston Martin. Ya en la primera vuelta, el canadiense perdió la capacidad de comunicarse con su equipo. El silencio de la radio afectó su carrera de manera dolorosa.
Caos en la primera parada en boxes
Desde su posición de salida en P18, Stroll pudo escuchar las instrucciones de su ingeniero Ben Michell, pero luego comenzó el silencio de la radio. Cuando los neumáticos medios comenzaron a degradarse rápidamente debido a condiciones extremas, intentó señalar que necesitaba entrar a boxes mediante el botón ‘pit confirm‘. Sin embargo, parecía que el equipo no recibía el mensaje.
Durante su inesperada parada en boxes en la novena vuelta, no había mecánicos preparados con neumáticos duros, lo que resultó en la pérdida de un tiempo valioso. Stroll describió la situación de manera concisa después de la carrera: «No había radio desde la primera vuelta. No había comunicación. Intenté hacerles saber que iba a entrar a boxes a través del botón pit confirm, pero eso tampoco funcionó».
Oportunidad perdida para un mejor resultado
Según Stroll, la radio rota le costó 20 segundos durante la parada en boxes. «Finalmente terminamos 10 segundos detrás de los dos pilotos que nos precedían. Sin esos problemas, tal vez podríamos haber llegado al P12, o incluso un par de lugares más arriba, pero de todos modos no había puntos», admitió. El canadiense explicó que los neumáticos medios se desempeñaron peor de lo que el equipo había anticipado. El plan original era seguir corriendo por más tiempo, pero debido al rápido desgaste, Stroll quería cambiar a los neumáticos duros más pronto. «Fue casi imposible comunicar eso al equipo».
El jefe del equipo Aston Martin, Mike Krack, indicó que el equipo finalmente pudo manejar la carrera a través del tablero de boxes. Durante la segunda parada en boxes de Stroll, todo transcurrió sin problemas, pero para entonces, el canadiense ya había perdido un tiempo valioso.