Jos Verstappen bromeó ayer después de la clasificación: «Cuanto más lío, más rápido conduce Max». Pero, ¿es esto cierto para todos los pilotos, que conduces más rápido cuando estás enfadado? Un recorrido por el paddock austriaco ofrece respuestas variadas.
Primero David Coulthard, el ex piloto de Fórmula 1 que ganó 13 Grandes Premios en su carrera. «No, en mi caso no era así. Sabes, he ganado carreras estando enfadado y carreras siendo simplemente yo mismo». Luego Norbert Vettel, el padre del cuatro veces campeón del mundo Sebastian. ¿Era su hijo más rápido cuando estaba enfadado? «Creo que sí, como piloto conduces más rápido, especialmente en la clasificación. Entonces tienes que hacerlo en esa única vuelta y concentrarte completamente, haciendo que todo lo demás desaparezca. Si te enfadas un poco, sacas todo lo que llevas dentro».
Alexander Wurz, el piloto austriaco que tiene 69 Grandes Premios a su nombre, está seguro de que esto funciona a tu favor. «Para mí definitivamente funcionaba, es una sensación maravillosa. Te concentras completamente y dejas caer todo el ruido a tu alrededor. Para mí, esa era la receta para ir extra rápido». Wurz cuenta que su jefe de equipo intentaba regularmente enfadarle un poco. «Entonces conduces un poco más al límite. Solo tienes que asegurarte de no pasarte, es un equilibrio delicado», sabe el austriaco. «El único problema es: ¿cómo llegas a ese estado? No puedes provocarlo cada vez. Si tu jefe de equipo te enfada tres veces seguidas, la cuarta vez ya no funciona».
Finalmente, el comentarista de Viaplay y ex piloto Melroy Heemskerk. Piensa que todo esto es un completo disparate. «¿Por qué conducirías más rápido si estás enfadado? ¿Como si normalmente te estuvieras conteniendo? No, no lo creo. Además, yo conducía peor cuando estaba enfadado. Entonces cruzas el límite y cometes errores que al final solo te hacen ir más lento».
En resumen, las opiniones están bastante divididas entre los pilotos. Para algunos es un regalo, para otros una tortura.
