El primer fin de semana de noviembre está a la vuelta de la esquina y eso significa: espectáculo. El Gran Premio de Brasil ha sido durante años el campeón indiscutible de las carreras espectaculares: ¡siempre sucede algo! Aparte de la mentalidad samba brasileña, hay factores identificables para ello. El legendario Interlagos es conocido por su trazado desafiante con desniveles y curvas afiladas. Añade a esto el clima variable en São Paulo y tienes dos ingredientes clave que invariablemente causan drama y emoción. ¿Divertido? ¿O peligroso? De cualquier manera: te presentamos los momentos más extraños en la historia de este GP.
2003: la carrera que nadie quería ganar
Probablemente conozcas esta: la Carrera de Lluvia de 2003. La carrera es conocida como una de las más caóticas de todos los tiempos. Debido a la fuerte lluvia, casi la mitad de los pilotos chocaron y la carrera tuvo que terminar con bandera roja. Debido al caos y los numerosos accidentes, nadie sabía quién había ganado, ¡ni siquiera los pilotos! Solo después de la carrera y varias revisiones, Giancarlo Fisichella fue declarado ganador.
2008: un campeonato que se escapó de las manos
Nada mejor que una última vuelta en la que se decide el título mundial, ¿verdad? ¡Lewis Hamilton puede hablar de ello! En 2008, parecía que Felipe Massa había ganado el título mundial, hasta que ocurrió algo ‘extraño’: Timo Glock se deslizó en slicks y Hamilton pudo aprovechar. Lágrimas para Massa y Hamilton se convirtió en el campeón mundial más joven de la historia.
2012: la ‘imposible’ remontada de Vettel
Otro momento dramático: Sebastian Vettel fue golpeado en la primera vuelta de la carrera y giró, lo que casi lo llevó al final del campo. Con un coche dañado, luchó hasta el sexto lugar, justo lo suficiente para asegurar su título mundial. ¡Fue una de las remontadas más impresionantes jamás vistas en Interlagos!
2019: un ‘objeto volador no identificado’
Durante la clasificación del GP de Brasil en 2019, ocurrió algo extraño e inesperado: una tapa de alcantarilla voló por el aire después de que un coche pasara por encima. Esto provocó una situación extraña y peligrosa que obligó a detener la sesión inmediatamente. La FIA tuvo que revisar todo el circuito en busca de objetos sueltos antes de que pudiera reanudarse la clasificación, un evento muy raro en la Fórmula 1.