Para algunos, el Gran Premio de Mónaco es la carrera del año, mientras que para otros no es más que un desfile aburrido por las estrechas calles del Principado. Una vez que termina la carrera, las calles se llenan de los autos más exclusivos. Es un espectáculo para la vista, pero sigue siendo un desfile donde lo más importante es ver y ser visto. Si realmente quieres moverte rápidamente de un punto a otro en Monte Carlo, la mejor manera es por agua.
Los pilotos y equipos lo han entendido desde hace tiempo, por eso se desplazan en barco hasta el paddock. Esto se hace mediante los llamados tenders, lujosos barcos de hasta 9 metros de longitud, que funcionan como taxis de lujo en el puerto. No solo pueden atracar en el paddock, sino también junto a los superyates en el puerto.
Rapsody Yachts, un constructor de barcos holandés, se encarga de los tenders para el equipo de Fórmula 1 de Mercedes durante este fin de semana. Se han desplegado seis de ellos para transportar no solo a los pilotos, sino también a los numerosos invitados que el equipo ha convocado para este Gran Premio especial.
Cuando esta empresa te invita a dar un paseo en barco por el puerto de Mónaco, no tienes que pensarlo mucho. Junto con mi colega Gwen Kleverlaan, subimos a bordo del lujoso barco. Nos quedamos asombrados al pasar junto a los superyates. Desde el muelle ya parecían grandes, pero desde el agua son aún más impresionantes. El capitán nos señaló un enorme crucero que estaba justo fuera del puerto. Totalmente alquilado por Mercedes para sus invitados. No escatimaron en gastos.
Anteriormente ese día, habían recogido a Lewis Hamilton y George Russell y los habían dejado en el paddock. Russell en particular fue amigable y dispuesto a charlar. Cuando llegaron a su destino, ya había un gran grupo de fans esperándolos. El momento de tranquilidad en el agua había terminado, el día de los medios estaba a punto de comenzar.
Nuestro breve momento de tranquilidad también había termino. Las sesiones de medios con los pilotos estaban a punto de comenzar y nos dejaron en tierra. Entiendo por qué a los pilotos les gusta moverse en barco, no solo es más rápido, sino que también te alejas un poco del alocado circo de la Fórmula 1.