La SF-25, que pilotarán esta temporada Lewis Hamilton y Charles Leclerc, realizó su primer rodaje este miércoles en Fiorano, con la esperanza de que este F1 permita a la Scuderia luchar por los títulos mundiales. Profundizamos en el diseño de este monoplaza, forjado sobre el delicado coche de 2023 y las mejoras realizadas al del año pasado.
Hay algo que parece un alineamiento de planetas. O una siembra que finalmente produce buenas semillas. Lewis Hamilton llega a Maranello en un momento que parece perfecto. Después de haberlo seguido en sus primeros pasos a finales de enero, después de haberlo acechado el martes por la noche en su nueva librea en Londres, esperábamos ver este montaje que puede devolver al británico a la cima, después de su caída desde el cataclismo de Abu Dhabi 2021.
No importa si tuvo que, junto con su jefe Frédéric Vasseur y su compañero de equipo Charles Leclerc, soportar una hora de atascos para salir del O2 Arena y llegar al aeropuerto. No importa si la noche no comenzó hasta las cuatro de la madrugada cuando el primer rodaje estaba programado para las nueve, lo importante era que todo saliera según lo planeado. Y este día de «collaudo» (depuración en italiano) aparentemente transcurrió sin problemas.
Obviamente es demasiado pronto para saber si la máquina es un cohete, pero es evidente que este monoplaza 2025 tiene un atractivo pedigrí que no puede sino gustar a Sir Lewis. El martes, el actual campeón Max Verstappen, gran rival feliz de 2021, ya lo había identificado. «Lewis no ha perdido su talento de repente», confesaba en Londres. «Dale un coche competitivo y volverá a ser un sólido candidato para el título 2025».
La Ferrari 2025 en pista por primera vez en Fiorano
Frédéric Vasseur, el jefe de la Scuderia
«El trabajo realizado el año pasado fue esencial. Esta forma de reaccionar demuestra que nuestra estructura está bien establecida»
Entonces, ¿qué decir de esta SF-25? Que tiene precisamente todo lo necesario para creer en ella, porque fue construida, sobre las cenizas de sus predecesoras, buscando eliminar los defectos para tomar solo lo mejor.
Cuando en enero de 2023, Vasseur asumió la dirección de la Scuderia, descubrió un monoplaza totalmente fallido. Además de tener que aprender el funcionamiento de la inmensa organización que es Gestione Sportiva, el francés tuvo que lidiar con este patente fracaso del que no era responsable. Reconstruir un poco de confianza, añadir cohesión, y sobre todo encontrar el camino de vuelta a la victoria fue por lo tanto el primer paso, culminado por la brillante actuación de Carlos Sainz en Singapur, el único éxito no Red Bull esa temporada.»El equipo reestructurado, era hora de abordar el coche. El SF-23, brillante el sábado, perdía su esplendor el domingo. El cohete en una vuelta se convertía en un paquidermo en carrera, consumiendo sus neumáticos y su rendimiento. El monoplaza de 2024 tomó una dirección opuesta para permitir a sus dos pilotos encontrar el camino hacia la victoria de manera regular (cinco victorias para Charles Leclerc y Sainz). Un gran bache en el corazón del último verano casi lo arruinó todo cuando las novedades introducidas en Barcelona frenaron el coche. Dos meses de investigación para entender de dónde venía el error y todo volvió a avanzar en otoño. «El trabajo realizado el año pasado fue esencial», recordaba Vasseur el miércoles durante el lanzamiento del SF-25. «Esta forma de reaccionar demuestra que nuestra estructura está bien establecida».
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Solo quedaba diseñar un monoplaza de campeones, fortalecido por todo este conocimiento adquirido. El SF-25 mantiene «la misma filosofía de funcionamiento», como destacaba Loïc Serra, el nuevo director técnico, también francés. Aunque se han realizado algunos cambios, como el alerón trasero que se asemeja al de la McLaren de 2024 o la suspensión delantera de tirante, similar a la de Red Bull. No es una copia tonta, sino más bien una forma de optimizar el flujo de aire y de «ofrecer un rango de desarrollo más amplio», según el francés, que fue extraído de Mercedes el otoño pasado y es un gran amigo del director técnico de Red Bull, Pierre Waché.
Charles Leclerc
«Nunca he visto un espíritu de equipo tan bueno desde que llegué»
El escenario está listo y la máquina claramente en su lugar. Solo queda hacer que todo funcione bien. Porque en esta formidable ecuación, no hay que descuidar el último factor, el caso Leclerc. Prueba de su importancia, a él se le confió el honor de ser el primero en conducir este SF-25. El monegasco claramente no está aquí para dejar que su mayor brille y, si el coche finalmente puede ofrecerle una oportunidad de título, la aprovechará sin remordimientos. Vettel ya había sufrido las consecuencias del chico que llegó a la Scuderia para morder al campeón desde el principio.
«Siempre he pensado que un equipo solo puede funcionar con una sana rivalidad entre sus pilotos, una competencia positiva para elevar el rendimiento», concluía Vasseur. Y si surgieran tensiones, el francés no estaría solo para manejar el problema. Jérôme d’Ambrosio, también reclutado de Mercedes, ha venido a ayudar al jefe a manejar, entre otras cosas, este tipo de problemas. Así, estuvo presente en la primera cena con Hamilton y Leclerc a finales de enero para fortalecer la cohesión del equipo. «Nunca he visto un espíritu de equipo tan bueno desde que llegué», se alegraba Leclerc.
Todo está en su lugar. Queda una semana para soñar, hasta los primeros ensayos en Bahrein, que la máquina funcionará como se desea, y menos de un mes para verificar, en Melbourne (14-16 de marzo), que los planetas están realmente bien alineados para Ferrari, Hamilton y Leclerc.»
