Isack Hadjar registró el séptimo mejor tiempo durante la clasificación para el GP de Japón. Un impresionante resultado del piloto franco-argelino, que terminó muy por encima de su compañero de equipo Liam Lawson y del debutante de Red Bull, Yuki Tsunoda. Sin embargo, su clasificación estuvo marcada por quejas a través de la radio del equipo: problemas con el asiento le causaron dificultades. Entre las sesiones, se podía ver su rostro retorciéndose de dolor.
En la transmisión televisiva, se pudo ver cómo Isack Hadjar se sentía extremadamente incómodo durante la clasificación. Posteriormente, se descubrió que el cinturón de seguridad estaba demasiado apretado, un problema que pudo ser resuelto entre las sesiones. En medio de todas las luchas en la pista, Hadjar temía que fuera a chocar, pero después de una vuelta ‘increíble’ en Q1, finalmente logró el séptimo lugar de salida.
‘Una pesadilla’
«Fue una pesadilla», respondió Hadjar después. «No estoy exagerando en absoluto. Pero lo logré, así que estoy realmente orgulloso de mí mismo. La vuelta que hice en Q1 fue realmente increíble. En la tercera curva ya pensé: ‘Esto no va bien’. Casi choco». A duras penas se clasificó para Q2, para luego superar a su compañero de equipo Liam Lawson y al ex compañero de equipo Yuki Tsunoda. También dejó atrás a su ídolo, Lewis Hamilton. «Tenía un poco de dolor, pero intentaba concentrarme simplemente en conducir rápido. Parece que funcionó».
«Q1 y Q2 estuvieron bien, aunque todavía no estoy satisfecho con todo», explicó el piloto de Racing Bulls. «Cada vuelta que dimos, mejoramos el equilibrio y la configuración. En mi última vuelta, el coche realmente cobró vida. No podría haber ido mucho más rápido». Hadjar, que debutó este año en la Fórmula 1, está orgulloso de haber podido maximizar en Q3. «En esa última vuelta sabes: ‘Tengo que dar un paso más y esperar que salga bien’. Eso requiere mucha concentración, pero estaba más concentrado que nunca. Fue bastante valiente dar ese paso extra»
