Cuando se habla de talento de carreras crudo, puro e intrépido, el nombre de Senna surge rápidamente. En este segundo episodio de la serie Carreras Legendarias, te llevamos de vuelta a uno de los momentos más icónicos de la historia de la Fórmula 1: Estoril en 1985. Se convirtió en el escenario de la primera victoria de Ayrton Senna en el Gran Premio, y una de las actuaciones más espectaculares, jamás vistas. Las personas que vieron la carrera todavía hablan de ella… pero, ¿qué hizo que esta carrera fuera tan impresionante?
1. Un especialista en lluvia que emergió
Desde el inicio, fue claro: Senna no veía la lluvia como un obstáculo, sino como una oportunidad. Mientras otros luchaban con la adherencia y la visibilidad, su Lotus 97T se deslizaba con gran facilidad por el circuito empapado. En pocas vueltas, había construido una ventaja que solo crecía.
¿Por qué esto sigue atrayendo a los fans hoy en día?
En la F1 moderna, las carreras en mojado suelen ser caóticas y rara vez se ve a un piloto que se sienta tan cómodo en la lluvia. La carrera de Senna en Estoril no fue una casualidad, sino una pura demostración de talento y control.
2. Una victoria estruendosa
Además de sus impresionantes habilidades en la lluvia, Senna no dejó ninguna duda sobre su clase. Al final, tenía más de un minuto (!) de ventaja sobre el segundo, Michele Alboreto. Esto hizo su actuación aún más impresionante: ganar de manera tan convincente en las condiciones más difíciles.
¿Por qué esto sigue atrayendo a los fans hoy en día?
En una época en la que las carreras a menudo se deciden por estrategia y milímetros, la lluvia sigue siendo una de las pocas fuerzas impredecibles en el deporte. A pesar de todos los avances tecnológicos, una pista mojada sigue siendo un desafío aterrador para los pilotos. Que Senna no solo ganó en tales condiciones, sino que dominó, hace que esta carrera siga siendo un ejemplo supremo de puro talento y control.
3. Sin control de tracción, sin ayuda, solo clase
Los coches de F1 modernos tienen sensores de lluvia avanzados, control de tracción y numerosos ajustes para optimizar el agarre. En 1985 no había nada de eso. Senna tuvo que confiar en su puro instinto y experiencia. Sentir por sí mismo cuánto agarre había y tomar decisiones en milisegundos para mantener el control del coche.
¿Por qué esto sigue atrayendo a los fans hoy en día?
Muchos fans anhelan una época en la que los pilotos hacían la diferencia, no la tecnología. La carrera de Senna en Estoril es el ejemplo perfecto de esto: un hombre, un coche, y la lluvia como el desafío definitivo.
4. Una leyenda en formación
Para muchas personas, esta fue la carrera donde comenzó la leyenda de Senna. Ya había demostrado en Mónaco 1984 que tenía un talento crudo, pero en Estoril demostró que podía ganar carreras: ¡y de qué manera! Después de ese día, todos sabían que había surgido una leyenda.
¿Por qué esto sigue atrayendo a los fans hoy en día?
En cada deporte hay momentos en los que ves nacer a un ícono. Para Michael Jordan fue su récord de 63 puntos contra los Celtics en 1986, para Lionel Messi su gol en solitario contra Getafe en 2007. ¿Para Senna? Estoril 1985.
5. La magia de un rey de la lluvia
Esa lluvia, se convirtió en una marca registrada de Senna. A lo largo de su carrera, ganó numerosas carreras en la lluvia en las que humilló a la competencia. Piensa en Donington 1993. Pero Estoril fue la primera, y quizás la más pura. Este era Senna en su forma más cruda e indomable.
¿Por qué esto sigue atrayendo a los fans hoy en día?
Las carreras en la lluvia siempre sacan a relucir a los verdaderos grandes. Y ningún piloto se asocia con la lluvia como Senna. Estoril 1985 sigue siendo el ejemplo perfecto de su magia.
Talento crudo para la eternidad
Más de 40 años después, la victoria de Senna en Estoril sigue siendo una carrera que inspira a los fans. Fue más que una victoria: fue una declaración. Un joven piloto que en una sola carrera mostró al mundo que se convertiría en una leyenda.