Max Verstappen logró su cuarto título mundial consecutivo en 2024, pero su camino hacia la corona estuvo lejos de ser perfecto. Tras un inicio de temporada dominante, el piloto holandés vio a su equipo deslizarse hasta el tercer lugar en el campeonato de constructores. Detrás de escena, las cosas ya venían agitadas. Las tensiones entre Jos Verstappen y Christian Horner alcanzaron niveles que amenazaban la estabilidad del equipo. El ex piloto Gerhard Berger ve los conflictos internos como un mal presagio y teme que Red Bull esté comenzando a desmoronarse.
Verstappen Sr. vs Horner: una batalla en segundo plano
La lucha interna por el poder en Red Bull salió a la luz en 2024. Verstappen Sr. exigió la salida de Horner después de la apertura de la temporada en Bahrein, solo días después de que el jefe del equipo fuera absuelto de comportamiento inapropiado. La disputa se reavivó más tarde en el Gran Premio de Austria, donde Verstappen Sr. se retiró de un desfile de leyendas de la F1 tras las críticas de Horner.
Al final de la temporada, Verstappen Sr. indicó que la situación dentro de Red Bull había mejorado y que se estaba volviendo a crear cierta unidad. Sin embargo, queda la pregunta de si las grietas realmente se han curado o si los cimientos del equipo han sido dañados.
El comienzo del fin
Berger, quien en el pasado fue copropietario de Toro Rosso y estuvo estrechamente involucrado en los primeros éxitos de Red Bull, ve paralelismos con la caída de otros grandes equipos. Según el ex piloto, el declive comenzó poco después de la muerte del fundador de Red Bull, Dietrich Mateschitz, en 2022. «Se tarda años en construir algo, pero puede desmoronarse en un abrir y cerrar de ojos», dijo Berger a Auto Motor und Sport. «Nadie esperaba que todo se tambaleara tan rápido después de la muerte de Mateschitz. Este tipo de conflictos internos suelen ser el comienzo del fin».
Según Berger, Red Bull siempre ha tenido una imagen fresca y enérgica, pero ahora ha desaparecido. «El equipo siempre irradiaba optimismo. Ahora queda poco de eso. Ya no hay posiciones claras, y eso es atípico para Red Bull».
La política incierta en torno a Pérez subraya el caos
Otro punto de preocupación para Berger fue la falta de una estrategia clara en torno a Sergio Pérez. El mexicano recibió una extensión de contrato a pesar de su rendimiento mediocre, mientras que Red Bull nunca dudó en reemplazar rápidamente a los pilotos en años anteriores. «Estaba claro que Pérez ya no estaba rindiendo. Sin embargo, obtuvo un nuevo contrato, lo cual no fue entendido por muchos expertos», dice Berger. «Quizás el marketing jugó un papel, pero luego el equipo siguió posponiendo la decisión. Primero tres carreras, luego dos más… Ya no había una línea clara. Eso era muy diferente en la época de Mateschitz», concluye Berger.
