El lunes, Renault anunció que cesará la producción de motores de Fórmula 1. El gigante automovilístico francés actualmente suministra los bloques V6 de Alpine, pero a partir de 2026 quiere centrarse en el desarrollo de tecnología para automóviles de calle. Mientras el personal en Viry-Châtillon se prepara para esta transición, recordamos todo lo maravilloso que alguna vez salió de esta fábrica de motores francesa.
Pioneros con sobrealimentación
En 1977, Renault comienza su aventura en la Fórmula 1 con el RS01, impulsado por el primer motor turbo en la historia de la categoría reina. Es evidente que esta nueva tecnología todavía está en sus primeras etapas. El RS01 recibe el apodo de ‘tetera amarilla’, debido a sus frecuentes fallos mecánicos, a menudo acompañados de densas nubes de humo.
Dominio en los años noventa
En 1989, Renault regresa a la Fórmula 1 con Williams. Los franceses proporcionan motores V10 atmosféricos para el equipo británico. Williams usaría estos motores para ganar cuatro títulos de constructores y cinco títulos de pilotos. Entre otros, Nigel Mansell, Alain Prost y Damon Hill se beneficiaron de los motores Renault.
Michael Schumacher también ganó su segundo campeonato mundial gracias a un V10 de Renault. En 1995, el entonces Benetton terminó su colaboración con Ford y el equipo cambió a los motores franceses. El B195 llevó a Schumacher a su segundo campeonato y Benetton agradeció su primer título de constructores. En 1997, Renault se retira nuevamente del deporte.
Puntos altos y bajos
Renault regresó en 2001 como constructor tras la compra del equipo Benetton. El equipo logró enormes éxitos; Fernando Alonso se convirtió en campeón dos veces en 2005 y 2006, mientras que Renault también ganó el título de constructor en esos mismos años. Después de 2008, los franceses atravesaron un punto bajo tras el escándalo de Crashgate. A pesar de esto, continuaron como equipo de fábrica y proveedor de motores.
Con los motores V8 de Renault, Red Bull dominó la Fórmula 1 de 2010 a 2013, con cuatro títulos consecutivos de pilotos para Sebastian Vettel y cuatro títulos de constructores para Red Bull. El motor V8 de Renault era menos potente que algunos rivales, pero era conocido por su fiabilidad y buenas características de conducción.
Una lucha en la era turbo-híbrida
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La transición a los motores turbo V6 híbridos resultó ser un desafío para Renault. Desde 2014, el equipo luchó con el rendimiento y la fiabilidad. Esto llevó a una relación tensa con el equipo cliente Red Bull, que en 2018 cambió a los motores de Honda. En 2016, Renault regresó como equipo de fábrica, pero los verdaderos éxitos no llegaron.
Incluso después de que Renault fue rebautizado como Alpine en 2021, el equipo continuó luchando con la competitividad. Aparte de una única victoria en carrera para Esteban Ocon, Alpine no pudo competir con los grandes equipos. Después de un comienzo dramático en la temporada actual, Renault anunció en septiembre que dejará de producir motores de Fórmula 1 a partir de 2026.