Max Verstappen aún no está satisfecho con su Red Bull RB21. El holandés se encuentra en segundo lugar en el campeonato después de dos Grandes Premios. Sin embargo, mostró cierta preocupación por su vehículo defectuoso en la previa del GP de Japón. Durante el primer día en Suzuka, quedó claro una vez más que no puede competir contra su rival McLaren, y eso podría no ser todo.
Durante la primera sesión de entrenamiento libre para el GP de Japón, Max Verstappen logró el quinto lugar. En la segunda sesión, que fue interrumpida por nada menos que cuatro banderas rojas, tuvo que permitir que los corredores de Racing Bulls lo superaran. «Es muy extraño, el coche se mueve en todas direcciones», se escuchó por la radio del campeón reinante. Antes de estas primeras pruebas en el asfalto japonés, Verstappen ya había explicado que Red Bull está trabajando duro en una solución.
«Nos estamos enfocando en mejorar la dirección del coche», declaró Verstappen a los medios en Suzuka. Después del GP de China, viajó a la fábrica en Milton Keynes para buscar junto con los ingenieros una explicación para el desequilibrio. «Aún no hemos llegado, pero definitivamente se está trabajando en ello. Tuvimos buenas reuniones en la fábrica. El coche necesita ser revisado a fondo, queremos encontrar más equilibrio y finalmente sacar más velocidad de este paquete».
Trabajo en progreso
Según los expertos, el RB21 pierde mucho tiempo al entrar y salir de las curvas. Un problema de este tipo no se resuelve fácilmente. «Intentas trabajar en un componente, pero eso puede tener consecuencias negativas en otra parte», explicó Verstappen. «Se trata de encontrar un equilibrio. Al final, es una combinación de muchas cosas: todo depende de la velocidad en la curva, el asfalto, la temperatura de los neumáticos, cualquier bache, los kerbstones. Es muy diverso».
Los coches de Red Bull ya han ‘roto’ a varios pilotos en el pasado. Sergio Pérez tuvo que abandonar el campo el año pasado y esta semana fue el turno de Liam Lawson. Verstappen entiende que el RB21 puede ser un desafío para sus compañeros de equipo. «Es difícil de explicar, porque estoy acostumbrado a este coche», evaluó. «Por lo que puedo ver, es un poco más nervioso o inestable en ciertas curvas. Esto puede dificultar la realización de una vuelta completa. Al final, todos hacen su máximo esfuerzo para hacer el coche más rápido. Tan pronto como se vuelva más competitivo, también será más fácil para el segundo piloto».
